La tos que pone Charles Dickens en sus personjes pobres es verdad. La tos que mata. La sangre escupida sobre el pañuelo bordado. Ahora la que me dio a mí también lo es. Aunque no es tan severa. Más severa es la vergüenza que sienten los adolescentes cuando alguno de sus padres les encuentran en sendas actividades onanistas. A mí también me ha dado ese tipo de vergüenza, sólo que no recuerdo si fue un sueño o fue verdad. Espero que no haya sido parte de mí. Que haya sido nada más el recuerdo de una pesadilla maquinada por el subconsciente de Dickens.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Te juro que lo primero que hice fue buscar "onanistas"; pero ahora que ya sé xD haha pues no recuerdo haber leído que en algún libro en específico la gente tenga tos, o se rasque por comezón; aunque tampoco he leído a Dickens.
ResponderEliminarSaludos Elisa
Has visto algo de Cuento de Navidad? Ése es Chares Dickens, imagina al pequeño Tim enfermo. Eso de enfermar a los personajes es más de las novelas realistas.
ResponderEliminarAhhh y siempre se aprende algo nuevo, jaja :) bye caleb!
jaja, ay caleb , pienso que a veces eres mi único lector :D
ResponderEliminarPues no creo que Caleb sea tu único lector y bueno pues, ahora yo seré una más...
ResponderEliminarDe Dickens sólo he leído la "Canción de navidad" que por cierto ¡me gusta!... ¡Ah! también tuve que reccurrir al diccionario... jejejeje...
¡Bien Elisucha!
yeah :)
ResponderEliminar