miércoles, 27 de abril de 2011

Te estaba manoseando

Y abrazando y besando. Y me hacías moverme como lombriz. Yo serpenteaba mi lengüita en tu boca. Cuando de pronto escuchamos algo: Oigan, oigan, no pueden hacer eso aquí, están atentando al pudor en la vía pública. Van a tener qué acompañarnos. Dijimos: Perdónenos, señores, no sabíamos lo que hacíamos. Lo siento, muchachos, a ver, usted, jovencita sígame, ¿quiere que la lleve a los separos? ¿Que sus papás vayan por usted ahí donde están las prostitutas? ¿no tiene un celular, una medallita, unos aretitos? ¿algo de dinero?

2 comentarios:

  1. XD Es gracioso porque es verdad, así sucede Dx Lo peor es que los primeros que se quejan de "atentados contra la moral" nisiquiera la tienen los bastardos D<

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  2. jaja, ya sé, éste sí es un poco autobiográfico ^^ :S

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