Son esas pequeñas cosas

Como el hecho de que el  baño no esté ocupado, una taza nueva con un mango y unas flores dibujados, agua de jamaica fría, la promesa de un pastel de chocolate, la promesa de verte en la noche, las cosas que me hacen sonreír. Tal vez esa sea la alegría verdadera. Sonrío y, en este preciso momento, me duele el corazón. No es metáfora. ME DUELE físicamente. Ya me voy, porque voy a hacer pipí. Le doy un trago a mi agua de jamaica fría en mi taza de barro con el mango dibujado tan amarillo. Espero que el baño no esté ocupado.