lunes, 12 de diciembre de 2011

Celebra la vida

En un semi-sueño, o comúnmente llamado duermevela, había un rancho con un montón de perros, la mayoría recogidos de las calles. En la mañana, un costal entero de croquetas se vaciaba y todos los perros comían. Luego andaban por ahí, sueltos, entre los árboles recién plantados y regados. La barda perimetral no estaba pintada, podías ver tú los blocks unidos por capas de cemento. Pero los perros, estoy segura, eran muy felices. Mi papá también. 

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