miércoles, 17 de abril de 2013

Canción para una esposa triste

Hay dos versiones, una la canta ella y otra la canta él. En la versión de ella, el corazón de él es el que ha cambiado pero él no tiene la culpa. En la versión de él, todo él ha cambiado. En ambas llega el momento del adiós y no hay nada más que decir porque los niños pueden despertar. Si ellos despiertan, ¿qué les va a decir quién? En la canción de ella, el esposo es el que tendría que explicar pero no podría. En la canción de él, ella es la que tiene que explicar. Ella le pide una descripción de la otra mujer, pero luego le dice que mejor no, así es menos doloroso. Ambos se agradecen los momentos felices y los hijos. La versión de él me gusta porque, aunque la de ella dice que el mundo sigue girando, él añade una imagen de que ella encontrará otro brazo junto al que caminará y olvidará todo lo que ese día estaba sucediendo, además de que los niños crecerán. 

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