lunes, 1 de abril de 2013

Lo más extraño

Es que no sé si escuché esto en la tele o fue un cuento que dijeron el miércoles. Era un tip para sobrevivir a base de avena. Un alemán agarraba puños de avena y cuando le daba hambre se comía uno y con agua se le inflaba la panza. Si le volvía a dar hambre, volvía a comer. Como no tengo tele, creo que fue alguien. No precisamente a mí, pero es de esas cosas que coinciden conmigo y con los puños de avena que tengo en el estómago.

2 comentarios:

  1. Que no se me olvide: me arde la garganta y me pongo mi ABRIGOTE, para no enfermarme sí?

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar