Chingado. Fin. Eso es todo lo que tengo que escribir, y no creo que sea tan útil. Deberían ser historias muy divertidas o muy dramáticas. Pero no existe ninguna en mi haber. No tengo un punto de vista. Soy uno de los tantos peces en el mar, con hábitos de un Betta. Ahora que me he dado cuenta de eso, pienso que lo puedo usar a mi favor. Es: veo las dos cosas, las considero y concluyo en que están bien. Que sea de un divorcio. Está bien y está mal. De los matrimonios gays, están bien y están mal. Lo difícil, según, es la argumentación. Cinco líneas concluidas están bien, o mal. Ya ves...
miércoles, 1 de septiembre de 2010
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A todo esto, ¿qué es lo que tengo que hacer?
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