domingo, 13 de marzo de 2011

Mi ambición por una habitación con ventanas

Aunque estuve, casi desde que nací, en una habitación con una ventana de regulares dimensiones, no me sirvió de mucho porque daba a un patio de dos y medio por dos sin césped. En la primera casa a la que llegué en Monterrey, había una hermosa ventana desde la que podía ver la silueta del Cerro de la Silla. Le pusieron barras porque la niña se salía y me quedé tras las rejas. Ahora que me mudé a donde estoy, toda la mitad de la pared del fondo es ventana y hay una extra en la pared de la izquierda. Corrí las persianas por siempre. Hasta hoy me di cuenta de que los vecinos pueden verme. ¿Cuántas veces no no-me-cambié ahí?

2 comentarios:

  1. XD Espero que los vecinos no sean demasiado curiosos, de lo contrario sabes que estarían viéndote a las horas que saben que llegas.

    XD Saludos.

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  2. qué miedo, caleb!! 0.0!!
    deja tú, intenté cerrar las persianas, pero cuando dije que las había abierto por siempre, de verdad es por siempre, ya no cierran! =D

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