lunes, 11 de julio de 2011

Todos mienten

Vi una película argentina sobre un grupo de chicos. En un momento, deseé que toda la juventud fuera así, que hicieran fogatas, leyeran en voz alta, vivieran en comuna cantando... Vi cómo se cambiaban de pareja aún teniendo novio, todos se besan, leen o tocan la guitarra, se las dan de inteligentes con jueguitos de sacar la sopa. Tienen sueños, arman intrigas, coquetean. Pero, bueno... a ver, ¿de dónde sacan para comer? ¿qué no estudian o trabajan? Fue cuando pensé que ese tipo de relaciones y pasatiempos eran burgueses, por eso me parecía tan extraño y fantasioso. Y por ello también está en el cine. 

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