lunes, 8 de agosto de 2011

Sólo quiero un poquito de tu amor

Fue que no me tomaste la mano ni me besaste cuando me aparecí por ahí. Es más, ni siquiera me volteaste a ver. Yo estaba contrariada porque mi vestido escotado estaba arrugado y un cholo me había dicho "Eh, por eso, ¡culera!" y tenía calor. Y sueño. Te bañaste y me seguiste ignorando, ya sea porque no me llevo con tus amigos o porque me veía fea o no sé. Estaba seria, incluso cuando nos fuimos. Y como metes la mano en la hielera y la acercas al asador, así sentí su mano sobre la mía y su brazo rodeando mi cadera. Y me perdí frente a tus ojos y me convertí en un miserable insecto deseoso de amor con un vestido grotesco y arrugado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario